viernes, 5 de febrero de 2016

Viajá



Por Agustín Estebanés

Invertí en viajar, que es invertir en vivir. Usá lo que te ganés para alejarte de vez en cuando, que no puede haber perspectiva sin distancia. Andate y volvé, y andate de nuevo. Creéme que nada te va a dar momentos de mayor felicidad. Las circunstancias quieto y aquí se complicarán mas o menos y quizás estén o no aún aquí cuando regreses.

Viajá niño. Viajá joven. Viajá adulto. Viajá mayor. Viajá lejos y viajá cerca. Viajá con tu gente más querida, viajá solo; viajá soltero. Después viajá en pareja. Nada pone a prueba el amor como viajar juntos.

Caminá, caminá, caminá. Gastate los pies recorriendo calles nuevas. Perdete sin miedo. Hablá con desconocidos, escuchá todas las historias, hacé todas las preguntas. Comé solo, comé con gente, comé sin prisa, comé de camino. Comé allá lo que nunca vas a comer acá. Lo caro y lo barato, lo verde y lo rojo, lo duro y lo espeso.

Exprimí cada día y cada noche. Probá todo lo que no sea mate y que no te mate. Hacé el ridículo. Enamorate por un par de días. Amá en otro idioma. Hablá en lenguas.

Viajá con humildad, que es lo que garantiza la capacidad de  asombro. Asombrate de lo épico y de lo simple, de lo extraordinario y de lo mundano. Asombrate de los olores, de los colores, de la naturaleza. Asombrate del arte, del caos, del futuro y del pasado, de lo exquisito y lo repugnante.

Aprendé sin soberbia y dejate golpear una y otra vez por el asombro, que es lo que hidrata al alma y el cerebro.

Viajar es fatal para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente.

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